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Servicios de Prevención
La prevención en salud es clave para evitar enfermedades graves y mejorar la calidad de vida. En el área cardíaca, realizar chequeos regulares ayuda a detectar a tiempo problemas como hipertensión o colesterol alto, reduciendo el riesgo de infartos. En cuanto a los accidentes cerebrovasculares, controlar factores como la presión arterial y el tabaquismo es fundamental para prevenir complicaciones severas en el cerebro. Además, la detección temprana de cáncer mediante estudios como mamografías o colonoscopías permite iniciar tratamientos oportunos, aumentando significativamente las chances de éxito y supervivencia.
Prevención de ACV
El accidente cerebrovascular (ACV), también conocido como derrame cerebral, ocurre cuando se interrumpe el flujo de sangre al cerebro, lo que impide que las células cerebrales reciban el oxígeno y los nutrientes que necesitan, provocando su muerte. Existen dos tipos principales de ACV: el isquémico, causado por un coágulo que bloquea un vaso sanguíneo, y el hemorrágico, que ocurre cuando un vaso sanguíneo se rompe en el cerebro.
Para prevenir un ACV, los médicos recomiendan controlar factores de riesgo como la hipertensión, el colesterol elevado, la diabetes y el tabaquismo. Mantener una dieta saludable, hacer ejercicio regularmente y evitar el consumo excesivo de alcohol también son medidas clave para reducir el riesgo.
Entre los estudios recomendados para anticiparse a un ACV, los médicos sugieren realizar:
1. Ecografía Doppler de arterias carótidas: Permite evaluar el flujo sanguíneo en las arterias del cuello, que suministran sangre al cerebro. Es útil para detectar obstrucciones o estrechamientos que podrían desencadenar un ACV.
2. Resonancia magnética (RM) o tomografía computarizada (TC): Estos estudios permiten visualizar el cerebro y detectar anomalías como daños en los vasos sanguíneos o la existencia de un pequeño ACV que pudo haber pasado desapercibido.
3. Electrocardiograma (ECG) y Holter: Sirven para detectar arritmias cardíacas, como la fibrilación auricular, que pueden aumentar el riesgo de formación de coágulos y, por lo tanto, de un ACV.
Controlar los factores de riesgo y
Prevención de INFARTO CARDIACO
Un infarto cardíaco, o infarto de miocardio, ocurre cuando se bloquea el flujo de sangre hacia una parte del corazón, generalmente por un coágulo que obstruye una arteria coronaria. Esto priva al músculo cardíaco de oxígeno, lo que puede causar daños o la muerte del tejido afectado. Si no se trata rápidamente, un infarto puede ser fatal o generar complicaciones graves en la salud cardíaca.
Los factores de riesgo para sufrir un infarto incluyen la hipertensión, el colesterol elevado, el tabaquismo, la diabetes, la obesidad y un estilo de vida sedentario. También existe un riesgo mayor si hay antecedentes familiares de enfermedades cardíacas.
Para prevenir un infarto, los médicos recomiendan una serie de estudios y chequeos regulares, que permiten evaluar la salud del corazón y detectar posibles problemas antes de que se agraven:
Prevención DEL CANCER
El cáncer es una enfermedad caracterizada por el crecimiento descontrolado de células anormales en el cuerpo. Estas células pueden invadir tejidos cercanos y propagarse a otras partes del organismo a través del sistema linfático o sanguíneo. Existen más de 100 tipos de cáncer, siendo los más comunes el cáncer de mama, pulmón, colon, próstata, y piel.
El cáncer puede desarrollarse debido a factores genéticos, ambientales o el estilo de vida, como la exposición a sustancias carcinógenas, el tabaquismo, la radiación, una dieta poco saludable o la falta de actividad física. Si bien en muchos casos no es posible prevenirlo por completo, la detección temprana es clave para un tratamiento más efectivo y mayores probabilidades de cura.
Los mejores métodos de diagnóstico preventivo varían según el tipo de cáncer, pero existen estudios ampliamente recomendados:
1. Mamografía: Es un estudio de imagen para detectar cáncer de mama en sus etapas tempranas. Se recomienda a mujeres a partir de los 40-50 años, aunque en casos de riesgo elevado (por antecedentes familiares), puede realizarse antes.
2. Colonoscopía: Permite visualizar el colon y el recto para detectar pólipos o cáncer colorrectal. Se sugiere realizarla a partir de los 50 años o antes en personas con factores de riesgo.
3. Papanicolaou (Pap) y prueba del VPH: Son estudios clave para la detección temprana de cáncer de cuello uterino. Se recomienda realizar el Papanicolaou a partir de los 21 años y la prueba del VPH a partir de los 30.
4. Prueba de PSA (antígeno prostático específico): Este análisis de sangre ayuda a detectar cáncer de próstata en sus etapas iniciales. Se aconseja a los hombres mayores de 50 años, o antes si hay antecedentes familiares de la enfermedad.
5. Tomografía computarizada (TC) de baja dosis: Se utiliza para el diagnóstico temprano de cáncer de pulmón, especialmente en personas con un historial de tabaquismo significativo.
6. Dermatoscopía y exámenes de piel: La observación periódica de la piel y la evaluación de lunares o manchas sospechosas es vital para prevenir el cáncer de piel. Las personas con muchos lunares o antecedentes de exposición solar deben hacerse revisiones regulares con un dermatólogo.
7. Resonancia magnética (RM): En ciertos casos, como en mujeres con alto riesgo de cáncer de mama o individuos con predisposición genética a cánceres específicos, la RM puede ofrecer una evaluación más detallada.
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